6 de mayo, 1987: el Senador Gary Hart, gran favorito para la nominación demócrata de 1988 y para la elección general, se vio obligado a convocar una rueda de prensa después de un acto de campaña en New Hampshire para responder a un reportaje de The Miami Herald que le acusaba de pasar los fines de semana con una joven de 29 años en su casa de Washington DC mientras su mujer estaba en Colorado.
En el dramático encuentro con periodistas, el candidato afirmó ser "víctima de un montaje" para hundirle y calificó de tramposas y falsas las informaciones. "¿He cometido un error poniéndome en circunstancias que podían dar motivo a malas interpretaciones? ¿He hecho algo amoral? En absoluto."
"¿Ha cometido alguna vez adulterio?", le preguntó el reportero Paul Taylor de The Washington Post. "No creo que esa sea una pregunta justa", respondió Hart, y siguió, "no voy a entrar en un debate sobre la definición teológica de lo que constituye adulterio..."
La presión sobre el candidato se volvió inaguantable en pocas horas. The Miami Herald respondió con una editorial que llamaba "mentiroso" a Hart poniendo en evidencia las contradicciones de su versión, se revelaron detalles sobre un reciente crucero de Hart con esta chica en las Bahamas, y salieron nuevas informaciones que señalaban que las aventuras del Senador fuera del matrimonio se remontaban a 15 años atrás.
Hart tomó la decisión de tirar la toalla unos días después, cuando The Washington Post le presentó en privado pruebas de más relaciones que iban a salir si seguía en la campaña.
Canceló todos sus actos en New Hampshire y voló a Denver, Colorado, para anunciar, desafiante, que se retiraba de la carrera presidencial. Criticó a los periodistas por dedicarse a diseccionarlo y culpó al sistema político de reducir el papel de la prensa al de cazador y a los candidatos a simples presas.
"He cometido errores, quizá grandes, pero no malos, porque soy humano."
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