De Un Vasco en Nashville:
El Presidente Gerald Ford sufrió dos intentos de asesinato en un espacio de sólo tres semanas. El primero tuvo lugar el 5 de septiembre de 1975, en las cercanías del Capitolio de Sacramento, capital administrativa de California. El Presidente, que había sucedido sólo trece meses antes al dimitido Nixon, acostumbraba a acercarse a las multitudes en plena calle, acompañado de cámaras de TV, para darse a conocer mejor y elevar los índices de aceptación entre un electorado que no lo había elegido en las urnas. En una de esas ocasiones, Lynette "Squeaky" Fromme, una fanática de la secta de Charles Manson, empuñó a corta distancia un revolver Colt del calibre 45. Un agente del Servicio Secreto, de nombre Larry Buendorf, héroe nacional desde entonces, agarró el arma y la redujo antes de que pudiera hacer fuego, mientras el Presidente era evacuado de la zona.
En inmediata reacción por lo ocurrido, el Servicio Secreto empezó a mantener al Presidente Ford a distancias prudenciales de multitudes anónimas. Una nueva estrategia de seguridad que pudo ayudar a salvar su vida diecisiete días depués. El 22 de septiembre, el Presidente volvió a California. En esa ocasión a la más grande y peligrosa ciudad de San Francisco. Eran los tiempos en que la serie Las Calles de San Francisco, que narraba las aventuras de dos detectives de homicidios, triunfaba las noches de los sábados en las pantallas de ABC. Tiempos de corrupción y duras luchas de poder en la ciudad, que desembocarían pocos años después en el asesinato del Alcalde George Moscone.
Cuando Gerald Ford se disponía a abandonar el Hotel Saint Francis en pleno downtown -zona céntrica de edificios de negocios y hoteles caros- de la ciudad, una radical llamada Sara Jane Moore, ex enfermera y madre de cinco hijos, alcanzó a disparar desde la distancia su revolver calibre 38. El tiro pasó unos centímetros por encima de la cabeza del Presidente gracias a que Oliver Sipple, un ex marine que se encontraba al lado de la tiradora, le pegó en el brazo y provocó que la pistola saltara por los aires.
*Fotografías disponibles en la Gerald Ford Presidential Library
*Video:
1 comentario:
Sara Jane Moore está libre y arrepentida. Lynette Fromme también está libre, pero no sé si arrepentida.
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