Nate Silver:
With the recent struggles of Herman Cain and Rick Perry, we may be in for yet another round of rumors about Republican candidates entering the presidential race late.
(...) The filing deadline has already passed in New Hampshire, South Carolina and Florida. So a candidate who entered now could not get her name on the ballot in those states, although some states, like New Hampshire, allow for write-in votes.
However, the candidate could participate in caucuses, including the Jan. 3 caucus in Iowa and the February caucuses in Maine, Nevada, Colorado and Minnesota, which do not have rigid filing deadlines.
She would also potentially be able to participate in the primaries in Arizona and Michigan on Feb. 28, which are the next primaries following a four-week gap after Florida. Arizona’s filing deadline is not until Jan. 9. Michigan’s deadline is a little tricky. The nominal deadline is Nov. 15, but candidates can also get on the ballot by petition if they collect 10,000 voter signatures by Dec. 9.
So the path for Sarah Palin or another late-entering candidate would look something like this:
1. Devote all your attention to Iowa and perform impressively enough there — ideally by winning — that you appear to be viable.
2. Watch as the other candidates duke it out in New Hampshire, South Carolina and Florida and hope that no one candidate sweeps them, in which case the winner is probably on his or her way to the nomination. Maybe you can run a write-in bid if you think it can get you favorable media attention, but this would mostly be for show.
3. Consider how likely you are to win the caucuses in Maine, Nevada, Colorado and Minnesota in early February. If you think you can win them or otherwise perform well, make a strong play in one or more of the states. Otherwise spend your time in Arizona and Michigan while finding some other way to manage expectations and stay in the news.
4. Arizona and Michigan vote on Feb. 28. It is probably essential that you win at least one of these states.
If the candidate were able to accomplish each of these things, her late start would probably not be much of a barrier to her from that point onward.
(...) Still, the door is at least theoretically open for Ms. Palin, Mr. Christie or even Tim Pawlenty to run. And it won’t close anytime soon: California will not vote until June.
I don’t mean that entirely as a joke. It’s been a long time since we had a brokered convention. But if the nomination were stalemated after the first dozen or two states had voted, or if it seemed as if an “unelectable” candidate were in danger of being nominated, a candidate like Mr. Christie could potentially enter the race very late, demonstrating his popular support by performing strongly in late-voting states like California, Ohio and North Carolina and then winning the nomination as a consensus choice on the floor of the convention.
These scenarios, as fun as they would be for campaign reporters, are not at all likely. Probably, the beneficiary of all the difficulties in the conservative half of the Republican electorate will be Mr. Romney. But if the Republican electorate just does not take to Mr. Romney once the voting begins, the party will still have to find a nominee somehow.
7 comentarios:
¿Pero Palin no se ha retirado? :o
Estuvo pensando si se presentaba y finalmente decidió no presentarse.
Pero en las ultimas horas algunos rumores indican que podría estar reconsiderándolo. Lo dudo, pero es una posibilidad.
Lo que plantea Nate Silver es en teoria posible porque se dan una serie de circunstancias que pocas veces hemos visto en elecciones recientes.
No parece haber un candidato consolidado. Se supone que ese candidato es Romney, pero lo es más por el papel que le han asignado los narradores de esta historia, y por los deseos del partido, que por la respuesta real que estamos viendo entre el electorado republicano.
No sé qué pensar. No sé si la desconfianza en Romney es lo que está injustificado, o si es su condición de front-runner lo que no está justificado. Por un lado, hay veces que uno ve en él al único candidato viable del grupo. Por otro lado, si uno se detiene a analizar las circunstancias se da cuenta de que estamos dando por favorito a un candidato que de los primeros tres estados, sólo se ve con confianza de competir en un estado, y que casi renuncia de antemano a Iowa o Carolina del Sur (estado que en los últimos 30 años ha elegido al nominado).
Es decir, leyendo la narración de esta campaña o siguiendo los comentarios de los expertos y las cabezas parlantes de la tele, parece que estemos ante un favorito prohibitivo, pero analizando las cosas, y sobre todo la respuesta del electorado, en sondeos, o en estados clave, salvo NH, vemos otra cosa distinta. Así que no sabemos cual es la realidad, si entre todos estamos sobrevalorando a Romney, o todo lo contrario, si lo estamos infravalorando.
El caso es que estamos en noviembre, a dos meses de que empiecen las votaciones, y hay un front-runner que es front-runner más por quien es (porque ya se presentó antes, porque está bien organizado, porque tiene apoyos importantes) que por lo que indican las encuestas. Las encuestas lo único que indican con claridad es que el electorado republicano está buscando una alternativa a Romney que hasta ahora no encuentra, pero que no se rinde y sigue sin entregarse a Romney.
Y en ese contexto surge esta idea, posibilidad, fantasía, lo que sea, de que alguien, un candidato nuevo, entre para satisfacer a ese electorado o para solucionar un problema.
Yo la sensación que tengo es que el establishment se ha decantado demasiado rápido por un candidato que de momento sólo es favorito en New Hampshire, sin dejar en pie ninguna alternativa a la que pasarse si cuando llegan las votaciones se evidencia que el eletorado conservador no va a aceptar a Romney.
Han ido a machacar a Perry, a machacar a Cain, los han convertido en peores candidatos de lo que eran, para imponer a Romney, de modo que si Romney se hace con la nominación fácil, perfecto, pero si Romney falla se quedan sin nadie que les parezca aceptable. Y en ese escenario, como una salida desesperada, podrían necesitar que entrase otro candidato (no palin, palin podría complicarles las cosas y disfrutaría haciéndolo) para que los saque del lío en el que se han metido.
Por ejemplo, les pasó a los demócratas en el 76. Cuando se dieron cuenta de que un don nadie, Carter, les había comido la tostada, ya era demasiado tarde, e intentaron toda clase de soluciones desesperadas que no fructificaron.
Por ejemplo, Palin es inaceptable para el establishment republicano. Si entra, consigue reunir el descontento conservador, o Cain, o quien sea, y llegamos a mayo y Romney no consigue atar la nominación, y existe la posibilidad de que una Palin gane, y se llega a la conclusión de que Romney no puede con ella porque tiene un electorado limitado, qué hacen, esta gente qué hace, se quedan sin alternativa.
Por ejemplo en 2008, si Romney ganaba en Iowa, el establishment seguramente hubiera cerrado filas en torno a él, pero si perdía, podían apostar por McCain. El caso es que tenían alternativas y escenario para parar al candidato inaceptable de turno (Huckabee). Esta vez, no las tienen, están apostándolo todo a Romney después de haber fracasado en reclutar a Christie.
Sí, la pieza que les ha fallado es Christie. Este hubiera hecho el papel de Mccain en 2008.
Rockford.
La lo comenté en otro post. La experiencia de Perry y su pinchazo hace, en mi opinión, que posibles candidatos como Christie o Palin no entren, pese al enorme vacío que siguen dejando los actuales candidatos.
Un saludo:
Cornelio Sila
Desde luego, hay que subrallarlo otra vez. No creo que exista otro blog sobre las elecciones norteamericanas mejor que este desde el punto de vista de la información histórica, un aspecto que a veces se nota a faltar incluso entre los corresponsales y analistas de prensa más consolidados. Yo me dedico al perdiodismo pero mi formación es como historiador y esto es algo que valoro cantidad. Desde las referencias a otros procesos (esta nota sobre Humphrey en 1976) a documentales y material gráfico.
Otra cosa, Antxon, aunque esto es más de tipo melancólico: la sensación que deben tener muchos aspirantes al ver que ya no lo conseguirán. Debe ser duro para alguien que siempre lo soñó: pienso en este Humphrey de 1976, que pronto enfermaría. O Stevenson. O Rockefeller. O Dole.
Pep Martí
O el propio McCain.
Las sensaciones deben ser distintas dependiendo si uno lo dio todo, si hizo todo lo que tenía que hacer y no lo consiguió, o si cree que algo hizo mal y eso lo atormenta.
Por ejemplo, Humphrey en el 68 es un candidato atado de pies y manos, obligado a dfender el legado de Johnson, en contra de sus propios instintos. Y perder una elección igualada en esas condiciones, no pudiendo haber sido tú mismo, sí que debe dejarle a uno secuelas. Un íntomo suyo contaba que aquella noche electoral, cuando se retiró a su habitación después de dar su discurso de aceptación de la derrota, Humphrey repetía, "tenía pensado hacer tantas cosas... ¡Jesús! Creo que hubiera hecho un buen trabajo en la Casa Blanca."
En el 76 no se rpesentó peroe stuvo valorándolo ¡hasta el mes de junio! Estuvo esperando a ver si carter perdía algunas primarias más frente a los Jerry brown, frank Church, y todos estos que habían entrado también tarde, en primavera, como parte del movimiento Anybody But carter que buscaba que carter no ganara delegados suficientes para ser nominado en una priemra votación, y así poder imponer un candidato liberal más clásico en la convención.
Aquí tienes más crónicas de la época:
Fase final de las primarias americanas (25-05-1976)
Humphrey y Ted Kennedy podrían presentar candidatura formando equipo (04-06-1976)
Hubert Humphrey se presentaría a las elecciones (05-06-1976)
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