Cuando uno quiere tomar el pulso al exilio cubano debe ir al Versailles, un restaurante inaugurado en los años 60 por cubanos que reían, lloraban si querían, y ansiaban la libertad y que desde entonces ha sido punto de encuentro del activismo anti-castrista, de los chicos de Mas Canosa, de espías, de artistas como Celia Cruz y Olga Guillot, de Presidentes (allí han estado Bush varias veces, Reagan o Clinton) y de mandatarios extranjeros cuando están de paso en la ciudad.
Bachmann estuvo acompañada de varios políticos cubanoamericanos como su colega el Congresista David Rivera, el comisionado del condado Esteban Bovo y el legislador estatal Carlos López-Cantera.








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