Una estación de trenes abandonada, con ventanas rotas y alambres de púas, metáfora del declive económico y social de Detroit, la ciudad más liberal, la más peligrosa (Robocop no existe), y la más negra (el 83% de la población es negra), ha sido el lugar elegido por Herman Cain para ofrecer una ampliación de su plan económico.
Ha propuesto añadir a su plan 9-9-9 (el 9% fijo a la renta, las ventas, y los ingresos comerciales) una provisión para proteger a los trabajadores con menos ingresos que actualmente no pagan impuesto federal sobre ganancias. La provisión permitirá a los ciudadanos que están por debajo del nivel de pobreza, con una renta individual de menos de 10,890 dólares o familiar de 22,350 dólares, seguir no pagando el impuesto federal sobre la renta. De modo que "si estás por debajo de la línea de pobreza, tu plan no será el 9-9-9, sino que será el 9-0-9".
También ha presentado otro aspecto del plan llamado "Zonas de Oportunidad" que incluye deducciones especiales a las compañías que empleen trabajadores en zonas marginales de ciudades deprimidas como Detroit. Ha dicho que no se trata de un programa de ayudas sociales porque las zonas que quieran optar a esa categoría de "Zona de Oportunidades" estarán obligadas a tomar una serie de medidas para romper el poder sindical, como reconocer el principio del Derecho al Trabajo (derecho a trabajar sin ser obligado a unirse al sindicato).
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