Romney en el Values Voter Summit

El Gobernador Mitt Romney ha hablado sobre todo de economía.

Ha acusado a Obama de socavar con su mal manejo económico las bases de la posición de EEUU en el mundo. Ha calificado al actual Presidente como un fracaso, citando su falta de liderazgo, el descalabro de su plan de estímulo de 2009, y la reforma sanitaria. Romney ha prometido que otorgará a los 50 estados la opción de renuncia a la ley sanitaria.

Ha dicho que su historial como Gobernador y su experiencia en el sector privado son pruebas de su habilidad para crear empleos y devolver a EEUU a su posición de liderazgo. Quiere tomar medidas drásticas contra China por manipular su moneda y por violar propiedad intelectual americana.

Ha hecho concesiones concretas a los conservadores sociales, destacando las promesas de recuperar el lugar de la fe en el discurso público, y eliminar la financiación pública de Planned Parenthood y otros grupos que propugnan el aborto.

Y no ha eludido la polémica de ayer sobre su fe mormona, aunque refiriéndose a otro de los oradores de la jornada de hoy, Bryan Fischer, polémico locutor de la American Family Association.

"El lenguaje venenoso no hace avanzar nuestra causa. No ha ablandado nunca un corazón ni cambiado una mentalidad. Los beneficios de la fe conllevan la responsabilidad de un debate civilizado y pacífico."

La reprimenda a Fischer hay que entenderla como un guiño más a los votantes independientes y a los líderes de opinión de los mass media, dentro de ese juego que se trae de actuar como si fuera ya el candidato formal del partido para la elección general.