El Presidente Barack Obama arrancó ayer oficialmente su campaña de reelección en las universidades estatales de Ohio y Virginia, dos de los estados más disputados hace cuatro años, que en aquel momento apoyaron su elección con porcentajes inferiores al que recibió a nivel nacional (sobre todo en OH donde recibió el 51.5%) pero que desde entonces han elegido gobernadores y congresistas republicanos.
Advirtió que la elección de este año será más igualada que la de hace cuatro años y pidió a sus seguidores que trabajen puerta a puerta para conseguir los votos. Dijo que Romney dará un cheque en blanco a los republicanos del Congreso para recortar impuestos a los más ricos, reducir la inversión en educación y Medicare, y aumentar el poder de los grandes bancos y las aseguradoras sobre los consumidores. Y defendió que "la esperanza y el cambio," la consigna de su primera campaña, sigue vigente.
Todas las apariciones públicas del Presidente hasta ahora habían sido catalogadas por la Casa Blanca como parte de sus "obligaciones oficiales." La de ayer fue oficialmente su primera participación en un evento vinculado a su campaña de reelección. Ya no había sello presidencial en el atril, sino el logotipo Obama-Biden 2012 en un azul claro, lo que acalla defenitivamente los rumores de los últimos meses sobre un posible cambio de compañero de fórmula.
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