martes, 13 de septiembre de 2011

Metódico Romney



Los Angeles Times:
It’s easy to poke fun at Mitt Romney. He comes off as a little too stiff, a little too straight, his suit always crisp, his hair in place. He’d never name-check a Kurt Cobain, as Jon Huntsman did in the GOP debate Monday. He rarely gets worked up, even when his rivals for the GOP nomination try to bait him.

But slowly, surely, it’s possible that low-key style could be his greatest advantage.

Romney, of course, has been around the track before. And he’s showing it, rarely falling off script or message, and this time around trying to keep to a more even keel on policy, as his consistent defense of his Massachusetts healthcare plan has shown.

He sat back and watched Michele Bachmann and Tim Pawlenty tear each other to pieces in Iowa, and then scooped up Pawlenty for his campaign after the dust settled. He saw conservatives try to recruit a big-time player such as Chris Christie or Jeb Bush to take him on. He witnessed the Donald Trump boomlet. And when Rick Perry showed up and overnight looked like the man to beat, Romney methodically began to try and take him down using a well-worn line of attack over Social Security.

A day after front-runner Perry’s surprisingly shaky performance in Tampa, methodical suddenly isn't looking half-bad.
Estoy leyendo muchas opiniones en este mismo sentido en las últimas horas. Creo que todos los que conocemos la dinámica del proceso de nominación seguimos considerando favorito a Perry. Pero empezamos a coincidir también en que la estrategia conservadora (de no arriesgar) de Romney es el único camino posible de éste a la nominación.

Una victoria de Romney por aclamación (a lo Kerry en 2004) es inviable desde el mismo día que entró Perry. Ahora mismo estoy seguro de que Romney es consciente de que en un intercambio de golpes sin control, con los dos compitiendo en todos los frentes y buscando una victoria rápida, Perry se hace con la nominación en febrero. La victoria de Romney sólo es posible en una carrera prolongada, a base de resistir, sufrir, no cometer errores, conservar los apoyos que tenía y guardar el dinero para más adelante.

El camino de Romney a la nominación pasa por compartir victorias con Perry el primer mes, ganando New Hampshire a lo grande, Nevada en menor medida, Florida sobre todo, competir en Arizona con la inmigración como arma, ganar Michigan; soportar derrotas en Texas, Tennessee y Oklahoma el SuperMartes ganado Massachusetts, Colorado, Vermont, y Idaho; sobrevivir a las derrotas en Alabama y Mississippi dejando claro que renuncia a competir en esos pequeños estados sureños, y a partir de ahí confiar en los caucuses y en los grandes estados como Illinois, Nueva York y Pennsylvania.

Estamos en un punto en que si las primarias se deciden pronto será porque Perry ha ganado porque esa es su apuesta. Si se prolongan, querrá decir que la estrategia de perfil bajo de Romney va cumpliendo objetivos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La nominación va a ser un mano a mano entre Perry y Romney.

Particularmente todo sabéis que soy un seguidor indiscutible de Mitt Romney pero considero que Perry también es un candidato completo para medirse contra Obama en 2012.

A mi me gusta más Romney que Perry. Yo nominaría a Romney pero mi VP seria Perry. Algo similar a lo ocurrido en la Convención de Detroit en el verano de 1980 donar se configuró un ticket entre los dos principales contendientes republicanos en aquellas elecciones: Reagan-Bush Sr. Y el ticket funcionó.

Podría repetirse en 2012 ? A mi me suena muy bien el Romney - Perry 2012.

Un abrazo para todos


Casto Martin

Antxon G. dijo...

Podría ocurrir si fuese necesaria una reconciliación después de unas primarias muy divisivas. En otro caso creo que cada uno buscaría otras alternativas.

Lo del 80 funcionó pero recuerda que Reagan eligió a Bush porque se quedó sin tiempo pensando hasta el final que tendría el SÍ de otro que le daba largas, en lo que seguramente fue una estrategia de una parte del partido para terminar metiendo a Bush de la única manera que podían.

Si Reagan hubiera planificado mejor el proceso de selección seguramente hubiese elegido a otro. Pero el proceso se lo llevaron otros, especialmente Casey, seguramente con toda la intención de forzar a un reacio reagan a elegir a Bush cuandos e quedara sin opciones. Lo trabajaron poco, o igual lo trabajaron mucho para que pareciera que no estaba trabajado.