Después de visitar una planta de ensamblaje de Boeing que emplea a más de 1,000 trabajadores no sindicalizados, el Gobernador Mitt Romney ha criticado duramente a la National Labor Relations Board (NLRB), el brazo armado de la Administración Obama contra la industria privada.
Delante de una pancarta con el lema "Day One, Job One" en letras grandes, Romney ha denunciado que la demanda de la NLRB contra Boeing por haber construído una planta en Carolina del Sur, un estado que reconoce el Derecho al Trabajo, en lugar de en el estado de Washington, donde el poder de los sindicatos y sus constantes huelgas cada vez que hay una negociación le cuestan a la compañía miles de millones en pérdidas, es el pago de Obama a los sindicatos que apoyaron y financiaron su campaña.
El candidato se compromete a firmar el primer día de su Presidencia una orden ejecutiva para hacer frente a la corrupción sindical otorgando a los trabajadores voto sindical secreto y la libertad de decidir por ellos mismos si quieren o no afiliarse al sindicato.
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