El Gobernador Rick Perry dio un buen discurso, tocando gran variedad de asuntos que importan al votante conservador: libertades políticas, gobierno limitado, impuestos, Seguridad Nacional y aborto.
Incluso supo llevar el debate migratorio al terreno que más le conviene, recordando que su experiencia como Gobernador de un estado fronterizo lo sitúa en primera línea de la guerra contra el narcotráfico y los esfuerzos para proteger la frontera.
Pero una polémica provocada por el hombre que lo presentó, el pastor texano Robert Jeffress, le robó todos los titulares. Al parecer, el tal Jeffress declaró después a los medios que el mormonismo no es una religión sino un culto, y que todo buen cristiano debe apoyar a un candidato cristiano en lugar de a un candidato "no-cristiano" (refiriéndose a Romney).
Así que en lugar de aprovechando la buena recepción del discurso del candidato, Team Perry tuvo que pasarse la tarde defendiéndose de toda esa mierda.
Discurso completo (C-SPAN).
2 comentarios:
Al margen de toda la presión que siempre tiene alrededor del establishment y de los mass media, el pobre Perry es que además tiene un poco de gafe, por lo menos en este ciclo electoral.
Un saludo:
Cornelio Sila
No puede achacarse sólo a la mala suerte.
Toda esta mierda surge en el contexto de una campaña que está vendiendo a los electores nacionales un producto "demasiado texano". En Texas lo que dijo ese señor no sería un problema grave, pero cuando se está bajo la lupa de los medios nacionales, es un problema. Y Team Perry todavía no ha transicionado (no sé si esta palabra existe) de ser una candidatura texana a ser una candidatura nacional.
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