El Gobernador Romney habló ayer en el Rotary Club de Portsmouth, en New Hampshire. Expuso durante un cuarto de hora los temas centrales de su campaña y después respondió preguntas de los presentes.
En respuesta a una de las preguntas, se vio obligado a romper su silencio en el debate sobre el techo de la deuda, aunque mantuvo la prudencia y no se pronunció sobre cómo deberían actuar los líderes republicanos del Congreso. Dio una respuesta típica de front-runner que ya está pensando más en la elección general que en ganar la primaria del partido: para Romney, Obama puede terminar con el problema cuando quiera.
"La respuesta para el país es que el Presidente acuerde recortar el gasto federal y establecer una enmienda de equilibrio presupuestario. Esa es para mí la delicada línea. Es parte de los poderes del Presidente decir a los líderes de la Cámara y el Senado que 'recortaré el gasto, limitaré la cantidad del gasto y buscaré una enmienda para equilibrar el presupuesto', y si el Presidente hiciese eso, todo este problema del techo de la deuda desaparecería."
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