lunes, 26 de septiembre de 2011
Fotos de campaña: no soy candidato
(Foto: Corbis)
"Reitero de forma inequívoca que no soy candidato y que no estoy haciendo campaña directa ni indirectamente, para la Presidencia de los Estados Unidos. Dije en el pasado que estaba preparado para responder a un llamamiento auténtico y coherente del Partido Republicano para servir a la nación. Todavía lo estoy. No sería sincero si dijera lo contrario. Pero no espero esa llamada y no haré nada en el futuro, de palabra o hechos, para alentar esa llamada."
Con esas palabras cerraba la puerta a una candidatura presidencial el Gobernador Nelson Rockefeller durante una conferencia de prensa en el Capitolio de Nueva York, el 21 de marzo de 1968. Más de 400 reporteros asistieron al evento, televisado por las cadenas generalistas, esperando lo contrario.
Desde la retirada de George Romney en febrero, todos creían que la entrada de Rockefeller era sólo cuestión de tiempo. Pero días antes, Richard Nixon, sin apenas oposición, se había mostrado como un candidato más fuerte de lo que se pensaba con una contundente victoria en la primaria de New Hampshire por 80,000 votos más que la suma de votos de todos sus rivales.
Rockefeller reconoció que Nixon era el candidato más adelantado y dijo que renunciaba a convertir las primarias en un "divisivo combate personal". Como prueba, anunció que había ordenado a los responsables del esfuerzo para reclutarlo que desistieran de incluir su nombre por inserción escrita en la primaria de Oregon.
Cinco semanas después de esta rotunda declaración, Rockefeller anunciaría su candidatura a la Presidencia citando el asesinato de Martin Luther King como la causa de su cambio de postura.
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