lunes, 25 de julio de 2011

"For a Better Way, Bill McKay"

Un poco de cine.

El candidato (1972) de Michael Ritchie.

Sinopsis: California, años 70. Bill McKay (Robert Redford), un hombre íntegro y carismático es tentado por el Partido Demócrata para competir por el Senado en contra de un senador republicano aparentemente invencible. Libre del compromiso de ganar, comienza a hacer las cosas a su manera y decir lo que piensa, pero poco a poco todo empieza a cambiar cuando llama la atención de los votantes.

Asistimos a la planificación, al despegue y al desarrollo de una candidatura electoral, siendo testigos de cómo se pone en marcha el complejo engranaje de apoyos, argumentos y ambiciones que rodean a un candidato y, en el entretanto, de cómo la frescura y el idealismo de los primeros momentos va cediendo paulatinamente paso al escepticismo, el compromiso, y la sorda lucha por arañar cada vez más votos.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hace mucho tiempo que la ví. Recuerdo que, en su momento, no me gustó demasiado. No es que me pareciera mala, no, pero era demasiado "de buenos y malos". Los buenos los reformistas, los malos los conservadores. Otra cosa que se me grabó mucho es la cantidad de gente que rodeaba al candidato que me pareció excesiva. Ahora, con mas conocimientos, pienso que era una imagen bastante cercana a la realidad; un candidato lleva un monton de gente alrededor.

Rockford.

Antxon G. dijo...

Es una película de los 70, estrenada el año de la campaña de McGovern y la reelección de Nixon, es normal que esté llena de tópicos en la descripción de personajes. Pero eso no es lo importante en este caso. Lo interesante es que hace una buena disección de lo que son las campañas modernas. Y la historia es extrapolable tanto a demócratas como republicanos. Puedes encontrar una versión conservadora en la sorprendente victoria de Dan Quayle contra el senador Birch Bayh en 1980, o en la inesperada elección de Bush como gobernador de Texas en 1994, o en el inicialmente insensato desafío de Marco Rubio a Charlie Crist el año pasado, etc.

La clave es la pregunta del final. Cuando después de haber ganado pregunta "¿Qué vamos a hacer ahora?"

Las campañas modernas están tan enfocadas a cómo ganar las elecciones, no a cómo gobernar o cómo ejercer el cargo al que aspiras ser elegido, que en la noche electoral se termina todo lo que está planificado. La noche electoral es el fin de todo en las campañas modernas, se trabaja sin pensar en lo que viene después de cumplir esa única misión de salir elegido.