Herman Cain inició ayer una gira de dos días por Tennessee que los observadores de la campaña no acaban de entender por no ser éste uno de los primeros cuatro o cinco estados que votarán en las primarias.
La gira tiene dos objetivos: por un lado, animar a los donantes de la comunidad de música country, que es un sector bastante activo en la campaña de Cain; y por otro lado, ir logrando avances y captando votos en los estados sureños que votarán en marzo (Tennessee lo hará el SuperMartes) aprovechando que sus rivales los están descuidando de momento.
Es una estrategia muy poco tradicional diseñada hombro con hombro con su campaign manager Mark Block, que va contra algunas normas casi sagradas del libro electoral, y que podremos juzgar dentro de unos meses. Es posible que fracase, pero si funciona, desde luego, podría cambiar muchas cosas de cara al futuro de las campañas. ¡A lo mejor no lo sabemos y estamos ante el nuevo F. Clifton White!
El candidato está encontrando una gran respuesta popular allí donde va.
Herman Cain en Jackson, Tennessee.
Herman Cain en Bartlett, Tennessee.
Herman Cain en Waverly, Tennessee.
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