martes, 4 de septiembre de 2012

Uno que quiere ser el Obama hispano


(Foto: Charles Dharapak/AP)

El Alcalde Julián Castro, de San Antonio, posa con su hermano gemelo, el miembro de la Legislatura de Texas, Joaquín Castro, en el Time Warner Cable Arena de Charlotte.

Sobre Castro recae la responsabilidad de dar el keynote address esta noche. Se habla de él como de una futura estrella de la escena nacional. Pero en la conservadora Texas es difícil que encuentre la manera de prosperar más allá de la política municipal, al menos como un demócrata aceptable para la progresía nacional, aunque siempre podrá pedir una oportunidad por no ser blanco.

Las esperanzas que los demócratas de 2012 han depositado en él son las mismas que depositaron hace tres décadas en otro joven Alcalde hispano de San Antonio. Henry Cisneros estuvo en la lista final de vicepresidenciables de Walter Mondale en 1984 y el candidato le encargó la presentación de la plataforma (el programa electoral del partido) ante los delegados en la convención. Tenía 37 años, uno menos que Castro ahora, y a los 38 fue elegido presidente de la National League of Cities. Pero ahí se quedó como producto electoral. Lo más a lo que llegó años después fue a servir en cargos de designación ejecutiva en el gobierno de Clinton.

En cualquier caso, en el siglo XXI, si uno enamora a delegados y medios de comunicación en el prime-time de la convención, escribe un libro y crea un comité de acción política que le permita tejer una red nacional de aliados y donantes, no es imposible dar el salto, o al menos intentarlo, de una Alcaldía a la Presidencia.

3 comentarios:

Juan dijo...

Como pasemos de Hussein a Castro ya es la monda.

Anónimo dijo...

Jajajaja, lo encuentro muy bueno, francamente!!
Pep M.

Antxon G. dijo...

Estoy viendo ahora mismo a un grupo de brujas haciendo un akelarre en la convención demócrata.

A Castro no sé si le dejarán lucirse porque me temo que le harán hablar de Romney.