Ha mantenido una comida-charla con 30 propietarios de pequeños negocios.
Les ha dicho que como Presidente apoyaría una enmienda de presupuesto equilibrado y que utilizaría su pluma de vetos si el Congreso le enviase un presupuesto desequilibrado.
Se ha mostrado abierto a una reforma fiscal que reduzca el impuesto de sociedades y a favor de un impuesto nacional sobre las ventas que reemplace al impuesto sobre la renta.
Para hacer frente al coste de los programas federales de ayudas sociales ha planteado transferir esos programas a los estados.
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