viernes, 31 de agosto de 2012

Romney promete restaurar la promesa de América



El Gobernador Mitt Romney quiso situarse por encima de la amargura y el enfrentamiento enconado de la campaña, invitando a los americanos a reflexionar sobre por qué las promesas se han vuelto desilusiones y división, y a dejar atrás cuatro años de decepciones, a dejar a un lado las recriminaciones, a olvidar lo que pudo haber sido y a mirar hacia delante a lo que puede ser.

Algo funciona mal con Obama cuando las mejores sensaciones que te quedan de su mandato son las del día de su elección, dijo Romney. Este es el momento de hacer algo, les dijo a los americanos, recordándoles que siguen siendo hacedores de su destino.

No pretendió hacer magia con las palabras ni mirar demasiado lejos. No se presentó para crear un futuro mejor, sino para "ayudar" a crear un futuro mejor. "El Presidente Obama prometió reducir el crecimiento de los océanos y curar el planeta. Mi promesa es ayudaros a vosotros y a vuestras familias," dijo.

Fue ambicioso, sin embargo, al imponerse el objetivo de crear 12 millones de nuevos empleos a partir de la independencia energética, la educación y la capacitación laboral, nuevos acuerdos comerciales, equilibrio presupuestario, menos impuestos, menos regulaciones y la revocación del ObamaCare.

Antes echó una mirada a su propia vida para contarnos quién es, cómo su fe le ayudó a forjar su carácter y cómo sus padres influyeron en su vida. Apuntó a las mujeres. Y por primera vez contó en primera persona su experiencia en Bain Capital: cómo 10 personas se juntaron para forjar un negocio que creció hasta convertirse en una historia americana de éxito y ayudaron a empezar marcas que nos son familiares y nos han acompañado toda la vida.

Terminó con una llamada a la unidad y la compasión y a cambiar el desarrollo de los acontecimientos. "La América que todos conocemos ha sido la historia de muchos convirtiéndose en uno, uniéndose para construir la mayor economía del mundo, uniéndose para salvar al mundo de una oscuridad atroz... Esa América, esa América unida, sostendrá la constelación de derechos conferidos por nuestro Creador y codificados en nuestra Constitución. Esa América unida atenderá a los pobres y a los enfermos, honrará y respetará a los ancianos, y echará una mano a aquellos necesitados. Esa América es lo mejor que hay dentro de cada uno de nosotros. Esa América que queremos para nuestros hijos... Si soy elegido Presidente de los Estados Unidos, trabajaré con toda mi energía y alma para restaurar esa América, para levantar nuestra mirada a un futuro mejor. Ese futuro es nuestro destino. Ese destino está ahí fuera. Nos espera. Nuestros hijos lo merecen, nuestra nación depende de ello, la paz y la libertad del mundo lo requieren. Y con vuestra ayuda lo haremos. Dejadnos empezar ese futuro juntos esta noche."

Y lo más importante de todo, aceptó la nominación. Ya puede empezar a gastar los fondos recaudados para la elección general.

Transcripción del discurso.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi me gustó el discurso, Antxon. Ayer en las redes sociales había una BRUTAL critica hacía Romney, como esperando que diera un discurso sesudo o que complaciera a consultores, analistas etc... Se nos olvida que el discurso estaba dirigido al gringo promedio (ese que se dedica a vivir y no se interesa en política) y apenas hasta anoche tuvo su primer acercamiento "serio" con quien ya es el candidato republicano. Empieza la obra de teatro de Romney y yo considero que ha sido un buen primer acto.

Lo que sigue es disciplina en el mensaje y que con ello logre imponer su agenda, ya lo dijo Rubio "De qué trata esta campaña".

Espero impaciente la convención demócrata para ver por donde van los tiros de Obama.

En fin, arranca el superbowl de los political junkies.

Sigo fiel al blog. Felices trazos.

Alejandro.

Antxon G. dijo...

Romney apostó por un discurso sobrio en vez de un discurso inspirador. Pero eso no es sorprendente porque le va mejor a su estilo.

Hizo lo que se le demandaba: abrirse un poco más en lo personal, parcela en la que siempre se ha sentido incómodo; criticar a Obama sin cuestionarlo personalmente, incluso aceptando el significado histórico de su primera elección, para situar sus críticas allí donde se sitúan las críticas de los desencantados con él; guiños a conservadores sociales (la santidad de la vida y la institución del matrimonio), a los halcones (hablando de Irán, Israel, Rusia, etc.); poner mucho interés en la mujer, sabiendo que mejorar sus números con las mujeres blancas puede ser la clave para ganar; abordar el tema de su religión con naturalidad; y hablar de los temas con los que se siente más cómodo, como defendiendo el éxito.

Fue un discurso para tocar todo lo que creía que necesitaba tocar.

Antxon G. dijo...

Le ayudó a escribirlo Stuart Stevens, que es el estratega jefe de la campaña. Y eso se notó, que estaba diseñado por alguien en contacto con las necesidades electorales del candidato, más que por un mago de la lírica.

En ese sentido, vuelve a seguir la vía Nixon.