El Gobernador Scott Walker, de Wisconsin, volvió ayer a situarse en el centro de la acción. Si el primer día fue por la ovación que le dispensaron los delegados, ayer fue por la emoción de su rostro durante el discurso de su amigo Paul Ryan (se conocen desde los 20 años).
Estas pinceladas de emotividad local ayudan al ticket en Wisconsin, donde estarán recibiendo una atención especial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario