Gingrich ha saltado al escenario al ritmo de "Eye of the Tiger" de Survivor. Un tema apropiado para hacer un comeback después de años retirado de la primera línea, igual que Rocky Balboa en Rocky III.
El mayor aplauso se lo ha llevado cuando, invocando la famosa respuesta de Lloyd Bentsen en el debate del 88 con Dan Quayle, ha dicho que "yo conocí a Ronald Reagan. Barack Obama no es Ronald Reagan", y ha cuestionado la noción de que el Presidente se haya acercado al centro.
Fiel a su estilo, el discurso ha sido rico en detalles. Ha expuesto una lista de siete prioridades conservadoras que el Presidente debería cumplir: firmar la revocación de la ley sanitaria del año pasado, firmar una ley que restrinja el trámite de acciones legales, eliminar el impuesto de sucesiones, firmar una ley de equilibrio presupuestario, devolver poder a los estados, y eliminar la financiación pública de abortos.
Ha dedicado una atención especial a la política energética. Ha llamado a desmantelar la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) y sustituirla por una "Agencia de Soluciones Medioambientales", o lo que es lo mismo, sustituir el actual sistema de regulaciones por un sistema de recompensas a la innovación.
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