martes, 24 de enero de 2012

Debate en Tampa



Hubo un cambio de papeles respecto a otros debates. El hasta ahora frío Romney se mostró más beligerante que nunca. Repitió varias veces la palabra "deshonrado" para definir la salida de Gingrich de la Cámara de Representantes y puso sobre el tapete la relación profesional de su adversario con Freddie Mac, utilizando palabras gruesas. "Puedes llamarlo como quieras," dijo en relación al contrato de 1.6 millones de dólares del gigante hipotecario con la firma de consultoría de Gingrich. "Yo lo llamo tráfico de influencias."

Gingrich aparcó la fiereza de sus últimas actuaciones para dar una imagen más presidencial. Discreto y confiado, quiso tranquilizar al establishment dando prueba de que no es un demagogo a todas horas. Dijo que no quería dedicar la noche a ir detrás de la "desinformación" de Romney, se quejó de que el debate se estuviera volviendo personal y desagradable, y ni siquiera se molestó en rebatir algunos ataques específicos. Otros los utilizó a su favor, como su pasado apoyo al plan de medicamentos recetados del Medicare, que puede ser de utilidad con la amplia comunidad de jubilados y veteranos de Florida.

El debate no aportó información nueva, ni momentos grandiosos como los de la semana pasada. Hubo bastante acuerdo en los asuntos locales, como la exploración espacial (en Florida está la famosa costa espacial en torno al Centro Espacial Kennedy), los subsidios al azúcar, o la exploración de hidrocarburos en la costa. En inmigración, los candidatos coincidieron en la necesidad de impulsar la parte más militar del Dream Act (la inscripción en las Fuerzas Armadas como camino para la regularización de jóvenes inmigrantes).

Preguntados sobre cómo responderían a la noticia de la muerte de Fidel Castro, Romney y Gingrich compitieron por ver quién la tenía más grande para satisfacción del exilio anti-castrista.

"Antes de nada, daría gracias al cielo porque Fidel Castro ha vuelto con su Creador," empezó Romney, prometiendo que promoverá la demoracia en Cuba. Y no se olvidó de mencionar a Wilman Villar, el disidente cubano muerto hace unos días después de una prolongada huelga de hambre.

"No creo que Fidel Castro vaya a conocer a su Creador. Va a ir a otro lugar," sentenció Gingrich.

Santorum y Paul estuvieron en un segundo plano. El moderador no les hizo ninguna pregunta en los primeros diez minutos. El ex Senador repitió algunos argumentos utilizados en Carolina del Sur para contrastar sus credenciales conservadoras con las de los front-runners. Y el Congresista estuvo menos implicado en el debate porque no está compitiendo en Florida.

2 comentarios:

JH dijo...

Pues se confirma que esto es un duelo a dos. Me parece que Romney tratará por todos los medios de batir a Gingrich en Florida para que llegue un poco más cojo al Supermartes.

Una pregunta: ¿Qué postura están tomando los medios conservadores - principalmente Fox News, The Wall Street Journal y locutores tipo Rush Limbaugh - en todo esto? Me imagino que tendrá una cierta influencia entre las bases republicanas.

Antxon G. dijo...

El WSJ lo veo neutral. Fox News depende de a quién escuches. Limbaugh dice que el partido quiere una convención abierta.