domingo, 22 de enero de 2012

Emerge el anti-Romney



Gingrich tenía que ganar o irse a casa. Romney podía sobrevivir a una derrota. Las únicas conclusiones definitivas que deja Carolina del Sur son que la nominación republicana sigue abierta y que 10 días, los que han transcurrido desde la primaria de New Hampshire y los que quedan para Florida, es mucho tiempo en política.

Romney ha pasado del cuarto puesto de 2008, a un segundo puesto; de un 15% a un 28%; de 65,000 votos a 167,000. Es una mejoría espectacular para un ex Gobernador de Massachusetts en Carolina del Sur. El problema está en la sospecha de que su mejoría se deba únicamente a que la inevitabilidad de su nominación y el voto útil han sido la línea argumental de la campaña durante gran parte de los últimos 10 días. Los resultados de ayer pueden cambiar la línea argumental de la campaña y hacer desaparecer esa percepción de inevitabilidad, ese privilegio o exención que ha tenido Romney hasta ahora sobre sus rivales. La paciencia puede no ser ya suficiente y puede verse obligado a adoptar una estrategia más agresiva.

No hay que subestimar la enormidad de la victoria de Gingrich en Carolina del Sur. Ganó en 43 de los 46 condados. Romney resistió sólo en Richland (Columbia), Charleston y Beaufort (Hilton Head). Santorum no fue rival en los condados clave del interior, Greenville y Spartanburg. Y los dos gastaron más dinero que Gingrich en la última semana.

Podría decirse que Gingrich ha sabido canalizar un doble descontento: el explícito con la Administración Obama y el velado con el establishment del GOP. Los republicanos de Carolina del Sur han encontrado en él un eficaz portavoz de su frustración con el gobierno federal y un persistente 9.9% de paro.

La misma frustración puede encontrarse en Florida, que vota el 31 de enero, con más de un 10% de paro. El conservadurismo cultural de la región del Panhandle y los blancos pobres de la "Redneck Riviera" que tienen el cuello enrojecido por el sol, están hechos a la medida de Gingrich.

Romney partirá con la ventaja de haber recibido ya más de medio millón de votos (un 31%) en 2008. Se apoyará en los supervotantes cubanos y en la potente maquinaria republicana de las zonas urbanas. También juega a favor de Romney que Florida sea un mega-estado con 10 mercados mediáticos distintos. Es imposible cubrirlo en 10 días sólo a base de town hall meetings y retail politics. Allí el dinero importa.

Aunque habrá dos debates. Y eso son cuatro horas de televisión gratis en prime-time. También surgirán nuevos temas de debate que en Carolina del Sur no han existido. Romney explotará la conexión de Gingrich con Freddie Mac y cuestionará la ética del ex Speaker para contrarrestar la presión sobre su declaración fiscal. Gingrich jugará con toda probabilidad la carta de la inmigración, un arma de doble filo.

Y quedan por resolverse algunas incógnitas: ¿Soportará Santorum las presiones que recibirá de uno y otro lado? ¿Qué harán Jeb Bush y Marco Rubio? La respuesta de Mitch Daniels al discurso sobre el Estado de la Unión de Obama el martes, ¿abrirá un debate sobre si debería presentarse a las elecciones para parar a Gingrich?

5 comentarios:

Half Nelson dijo...

Vaya análisis Antxon, un placer leerlo.

Anónimo dijo...

Jeb Bush creo que ha dicho que se va a mantener neutral.

Rockford.

Antxon G. dijo...

Viendo cómo el establishment ha cerrado filas con Romney en los últimos dáis, es llamativa la decisión de Jeb Bush de mantenerse neutral. Para mí es un indicio de que piensa presentarse a Presidente en el futuro. Ya sea en 2016 o cuando sea. No quiere enfadar a la mitad de los votantes de primarias apoyando a un candidato.

También así mantiene intactas sus opciones de emerger en una hipotética convención abierta en caso de que la hubiera, sin que ninguna de las dos partes lo vete por haberse posicionado con el otro.

Half Nelson dijo...

Una dudilla, Qué tal se lleva el clan Bush con Gingrich?

Antxon G. dijo...

El padre mal.