martes, 1 de febrero de 2011

Centenario de Reagan (III)

El discurso sobre el "imperio del mal" fue la culminación de un debate continuo en el entorno presidencial y los medios de prensa sobre la retórica a utilizar al hablar de la Unión Soviética. La famosa expresión que fundaría una nueva política hacia los soviéticos, no fue pronunciada por Reagan hasta 1983.

En su primera rueda prensa como Presidente en enero de 1981, Reagan dijo que la URSS "se reserva el derecho para cometer crímenes, mentir y engañar". Sus palabras fueron mal recibidas por los analistas que escribían en las páginas de medios que se vanaglorian de su superioridad moral, como el New York Times. Estos reclamaban un trato de mayor respeto hacia la otra superpotencia mundial.

En junio de 1982, la Casa Blanca estaba dividida sobre cómo debía enfrentar el Presidente las relaciones Este-Oeste en un discurso ante el Parlamento británico, su primer gran discurso en el extranjero. Anthony Dolan escribió un primer borrador en el que etiquetaba a los soviéticos como "foco de maldad". A Reagan le gustó el texto. Pero el Parlamento británico no escuchó esas palabras. Los expertos del Departamento de Estado y los diplomáticos aconsejaron modificar el lenguaje del borrador, y los más pragmáticos del staff presidencial, como David Gergen, director de comunicaciones, no permitieron a Reagan completar el texto.

Nueve meses después, la National Association of Evangelicals (NAE) invitó al Presidente a hablar en su convención anual, en la que el tema del día sería "libertad religiosa y Guerra Fría". En esa alocución, Reagan pronunciaría muchos de los pasajes que habían sido censurados en el primer borrador del discurso de Londres.

Era un momento de tensión mundial por el despliegue de nuevas armas nucleares de alcance intermedio en Europa Occidental. EEUU resistía la presión "pacifista", y rechazaba cualquier iniciativa de congelación unilateral de su arsenal de armas atómicas, insistiendo que no quería mantener el status quo, sino pactar reducciones con la URSS. Después de que los soviéticos hubiesen rechazado la "Opción Cero" para eliminar conjuntamente todos los misiles de alcance intermedio en Europa, EEUU insistió en desplegar los nuevos misiles de la OTAN.

Reagan tuvo una agenda repleta de discursos importantes los días previos. El 18 de febrero intervino en la Conservative Political Action Conference (CPAC). El 22 de febrero se dirigió a la American Legion. Después embarcó en un viaje de seis días a California, donde el 1 de marzo recibiría a la Reina Isabel II de Inglaterra. No volvió a Washington hasta el 5 de marzo, y cuando lo hizo tuvo que concentrarse en varias declaraciones a la prensa. El discurso ante los líderes evangélicos era una cita rutinaria y pocos le prestaron atención.

Dolan pudo reciclar su viejo texto sin presiones. Escribió un borrador de 16 páginas en tres días y medio. Lo presentó el 3 de marzo, cuando el Jefe de Gabinete James Baker y el Consejero de Seguridad Nacional William Clark estaban con Reagan en California. Sven Kraemer, director de control de armas del Consejo de Seguridad Nacional, fue el encargado de hacer una primera revisión del texto. Sólo recomendó que se relacionara la referencia al "imperio del mal" con una frase similar pronunciada por el disidente ruso Alexandr Solzhenitsyn en 1975. Aunque finalmente Solzhenitsyn no fue incluído, Kraemer prometió defender el texto.

El borrador fue remitido al Departamento de Estado, y volvió intacto. Si alguien del Departamento de Estado lo llegó a leer, sólo leyó los primeros párrafos. El borrador tenía una primera mitad dedicada a política doméstica, aborto y rezo en las escuelas. Las referencias a la congelación de arsenales y las relaciones con los soviéticos estaban en la segunda parte. Pero lo más probable es que los expertos del Departamento de Estado no se molestaran en leer ni los primeros párrafos, porque no iba catalogado como un discurso de política exterior.

David Gergen echó un primer vistazo al borrador sólo tres días antes del discurso, y empezó a poner objeciones. Moderó algunas palabras y amagó con tachar toda la sección del "imperio del mal", pero acordó con Dolan que fuera el propio Reagan quien tuviera la última palabra. Según explicaría Dolan años después, se acordó que el Presidente "iba a recibir el borrador pero iba a tener gente alrededor diciéndole, 'mira, no nos gusta esta sección, ni esa, ni esta otra".

El borrador llegó a la mesa del Presidente el 6 de marzo. Este escribió una página adicional sobre píldoras anticonceptivas y consentimiento paterno, eliminó referencias al crimen organizado, ý metió más referencias a Dios y a la libertad. Las expresiones "imperio del mal" y "foco del mal en el mundo" sobrevivieron a la edición, y el 8 de marzo de 1983 sonaron en boca de Reagan en el Hotel Sheraton Twin Towers de Orlando, Florida.

(...) Yes, let us pray for the salvation of all of those who live in that totalitarian darkness -- pray they will discover the joy of knowing God. But until they do, let us be aware that while they preach the supremacy of the state, declare its omnipotence over individual man, and predict its eventual domination of all peoples on the Earth, they are the focus of evil in the modern world.

(...) So, in your discussions of the nuclear freeze proposals, I urge you to beware the temptation of pride, the temptation of blithely declaring yourselves above it all and label both sides equally at fault, to ignore the facts of history and the aggressive impulses of an evil empire, to simply call the arms race a giant misunderstanding and thereby remove yourself from the struggle between right and wrong and good and evil. (...)




En el antiguo blog escribí las biografías en español de algunos protagonistas importantes de la política exterior en esa primera etapa de la Administración Reagan:

Director de la CIA

William Casey (1981-1987)

Consejeros de Seguridad Nacional

Richard Allen (1981-1982)

William Clark (1982-1983)

Robert McFarlane (1983-1985)

John Poindexter (1985-1986)

7 comentarios:

Jordi Coll dijo...

Dolan también fue el autor del discurso en la Puerta de Brandenburgo. Hace un par de años publicó un op-ed en el WSJ explicando como sudó para que el "Mr. Gorbachev, tear down this wall" sobreviviera a la censura de los moderados y del Departamento de Estado.

Antxon G. dijo...

Así es. También habrá que recuperar el discurso de Berlín uno de estos días.

Dolan tenía fama de muy conservador, y solían asignarle sobre todo para discursos dirigidos a audiencias conservadoras. Su hermano por cierto fue uno de los activistas conservadores más importantes de los años 70 y 80, líder del CPAC. Murió de SIDA.

Gonzalo Cabeza dijo...

Antxon, desde el cariño y el aprecio que te aseguro que te tengo, cada día tus textos son menos moderados y más parciales. No me parece más, al fin y al cabo esto es un blog y cada uno hace de sus textos lo que quiere, pero alguna vez te he leído que eres aséptico en las entradas y opinativo en los comentarios y creo que cada vez menos eres fiel a tu doctrina personal. Pase lo que pase seguiré leyendo.

Antxon G. dijo...

Con Reagan no he sido aséptico nunca. Lo mío con él es casi una parafilia. Pero esta entrada no forma parte del seguimiento de las elecciones de 2012.

En el seguimiento de la actualidad trato de ser lo más desapasionado posible. Mi problema con Obama es que es una persona que cuando habla no me la creo. Pero si ya conseguí hacer un seguimiento bastante imparcial en 2008, creo que puedo hacerlo en 2012.

Ahora bien, si veo trato desigual de la prensa, negándoles el derecho a existir a sus adversarios, lo voy a decir, porque eso sí que me saca de mis casillas.

Gonzalo Cabeza dijo...

No era una crítica (bueno, sí, pero pequeña) y como he dicho antes creo que el blog aporta mucho, aunque mis ideas se parezcan poco a las tuyas (y aunque trabaje en prensa ugggg, no política, en cualquier caso)

Antxon G. dijo...

¿Has visto la portada del Time esta semana? Parece que a alguien le ha entrado una admiración repentina por Reagan. Eso lo dice todo sobre el estatus que ha alcanzado la figura de Reagan.

Gonzalo Cabeza dijo...

Poco de repentino tiene la cosa, ya en campaña le nombró en ocasiones como un referente personal.