A pesar de la poca sintonía política de su administración con la gran prensa, el Presidente Reagan sí supo entablar una relación de aprecio y simpatía mutua con los reporteros que cubrían la información diaria de la Casa Blanca. Reagan era atento y afectuoso, y ahí estaban también Mike Deaver y la Primera Dama para ocuparse de los pequeños detalles y mantener la química.
En febrero de 1983, el Presidente celebró su 72 cumpleaños con los reporteros en la sala de prensa. A los 10 minutos de una rueda de prensa, su mujer Nancy entró por sorpresa con una tarta con una vela y una postal de felicitación para su marido. A continuación, los empleados de la Casa Blanca sacaron una bandeja con más tartas que el matrimonio presidencial repartió entre los periodistas.
"Entenderá que no nos vamos a vender por un trozo de tarta", dijo Sam Donaldson (corresponsal de ABC) en tono de broma. "Oh, os habéis vendido por mucho menos que eso", le contestó Reagan provocando carcajadas.
1 comentario:
Muy bueno. Me lo descargo y me lo guardo.
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